jueves, 19 de abril de 2012

* a la hora del Té Gourmet *



* Los blends y hebras de tierras lejanas ganan fanáticos a cada taza. Perfumes para disfrutar en todo momento, a solas o en compañía *
Los amantes del té están de parabienes. No sólo proliferan locales para disfrutar de blends, tisanas y hebras cada vez más selectas de la planta del té: Camellia sinensis (negro, verde, blanco, rojo o Puerh); desde hace algunos meses, las carreras para convertirse en profesional del té están pisando fuerte y se consolidan como una nueva salida laboral. En el país, hoy se puede obtener el título de sommelier de té, Tea Master, Experto en protocolo y ceremonial del té, Tea Blender (el especialista en armar mezclas de tés con otros productos), entre otros. Al mismo tiempo el paladar de los consumidores se agudiza para disfrutar de lo mejor de este rito milenario.Atrás quedaron aquellas épocas en las que el té estaba asociado a ser el remedio contra cualquier enfermedad y, en cambio, ya tiene un lugar merecido en el ámbito del relax y el placer. Este salto que acompañó el boom de la cocina y el despegue del vino nacional, hizo que el té se instalara cómodo entre los productos gourmet.Vale la pena escuchar las voces de distintos referentes en el tema para conocer un poco más qué sucede en este universo. Diego Morlachessi, el director de la Escuela Argentina de Té () que forma sommeliers especializados y es la única en América Latina que ofrece la posibilidad de obtener el título de Tea Master en la región, ofrece su visión: "El 90 % del té que se produce en la Argentina se exporta. Son respecto al consumo general, un argentino promedio consume 300 gramos de té por año. Irlanda Turquía, en cambio, consumen 2 kilos y medio por persona por año. Entonces, somos jóvenes, estamos lejos de esos países en donde el té está incorporado a la cultura. Lo que sí sucede desde hace algunos años es que nuestro país está a la vanguardia en el desarrollo del té gourmet en la región. Cada vez hay más consumo de té mezclado (blends) con distintos productos. Lo curioso es que en esta sofisticación, las tendencias del consumo vuelven a lo clásico; Occidente honra a Oriente en respetar sus ritos, en eso que asocia al té con la introspección, la calma, un momento compartido. En la escuela solemos trabajar con hebras, pero reconocemos que el saquito ha sido un invento fantástico, creado en 1904, poco más de cien años, contra 4800 años que se toma té en hebras. Y sin embargo el saquito es práctico, se puede preparar en cualquier momento. Si bien hay un nicho que consume hebras de alta gama, que se encuentran en su envoltorio igual que en la planta, bregamos por que todos puedan apreciar los placeres del té."Por su parte, Irmi Marchetta, directora de ICAT (Irimi Centro Argentino de Té ), agrega: "Esta bebida es la segunda más tomada en el planeta, después del agua. Más que una moda, siempre ligada a procesos temporarios, el té es milenario y recién en los últimos 20 años se reconoce en Occidente su valor. Ahora se ven nuevas maneras de tomar té: en botellitas, frío, saborizado, en general se encuentran latas en los mercados chinos que acercan esta bebida al público joven. Otra tendencia es cada vez más hombres hablan con criterio sobre el té, como hace unos años comenzaban a hablar de vinos. Los nuevos consumidores tienen una manera especial del disfrutar, se permiten tomarse un tiempo para sí mismos y viajar a través de todos sus sentidos."Así las cosas, habrá que explorar este planeta perfumado. Laura Litvin